top of page

SILENCIO, ES MOMENTO DE CRUZAR


Silencio. Silencio de calles desiertas y bocas cerradas. Espacio en las aceras, nadie grita. Paz de rumores callados y de pájaros ausentes en mi terraza.

Es un día laborable envuelto de la purpurina de un día festivo. La zona alta de Barcelona se ha ido a esquiar expulsándose rutinas y pesadumbre, en un arrebato deportivo temporal, al son del deslizarse sobre el blanco y brillante polvo helado.

Es 28 de diciembre. A dos pasos de la siguiente vuelta de la esquina nos quitamos el hábito de familia recogida en torno al árbol de Navidad, para que los últimos latidos del año se vistan de lentejuelas y Champagne.

Pocos quedamos en Sarriá, por tradición o por otros designios, nosotros cruzaremos el puente de asfalto, pero en silencio.

Sí, un puente. Sea aquí o allí, sea de asfalto, nieve, arena de playa o de alfombra roja. Es momento de cruzar.

Así como tal vez pudiste escapar de la Navidad refugiado en una remota cabaña rodeado de abetos en Laponia, el tiempo no resulta eludible. Es un invitado del que no puedes zafarte, lo invitaste al nacer, aunque cierres los ojos y lo desees con todas tus fuerzas sigue ahí y te acompañará para siempre, hasta tu muerte, mejor aceptarlo, ¿no?

Mirar de cara al año que entra, cruzar el puente dejando atrás aquello que pesa y abriéndote a lo que está por venir es un sano ejercicio y esta fecha en concreto: 31 de diciembre, es un día mágico. El poder y la fortuna de poder cruzar esta barrera de tiempo tan concreta es un regalo.

Allí donde estés, no importa el lugar, el disfraz o las guarniciones, haz que cada campanada cuente, haz que ese momento concreto sea transformador.

Y si dispones de tiempo, y quieres, te recomiendo un ejercicio muy intimo. Llena tu bañera de agua caliente, vierte algún jabón espumoso y aromático en ella, transforma tu cuarto de baño en un spa, un centro de paz, armonía y recogimiento, velas e incienso son recomendables. Sumérgete y olvídate del mundo, respira hondo, estás tú solo contigo mismo. Siente el amor por ti, siente que te perteneces, siente que eres único, especial y maravilloso. Respira. Es momento de analizar tu situación y tu entorno. ¿Qué quieres mantener?, ¿qué quieres cambiar? Hazte las preguntas que necesites para poder entrar en el nuevo año libre.

Voy a terminar este escrito con un pequeño e intenso texto que brotó de mí hace dos años y que sigue vigente al 100%:

“Es hora de renovar y de resurgir. Renueva tu verdadera esencia, reafirma tus mas profundas certezas, las que te hacen único, las que te definen y hacen que te quieras. Amate.

Resurge. Sal de tu zona de confort, ventila los rincones polvorientos de tu alma, replantéate todo, cambia aquello en lo que ya no crees, busca salidas y abre nuevas ventanas. Fluye.

La vida está llena de posibilidades, de grandes y pequeñas grandes cosas. Encuéntralas, ¡disfrútalas!

Vive, respira, escucha, disfruta, respira, ama, regala caricias, se consciente, descansa, suma, resta, observa, decide, déjate ir, da, coge, acaricia, besa, entrégate, construye, mira hacia adentro, vive, vuelve a vivir, vuelve a respirar.

Cada segundo cuenta.

Te deseo un 2018 lleno de momentos conscientes.

Teresa”

Barcelona, 28 diciembre 2017

RECENT POSTS
SEARCH BY TAGS
No hay tags aún.
ARCHIVE
bottom of page